¿Alguna vez te has preguntado qué es una relación para ti? o ¿Por qué será que muchas veces no encontramos la fórmula perfecta para tener una buena relación? Según OSHO (cuyo nombre original era Rajneesh) antes de poder siquiera amar a alguien, necesitamos conocernos a nosotros mismos. Vaya tarea eh? Sobre todo cuando lo menos que nos han enseñado es "conocernos, aceptarnos y respetarnos". Nos causa una mezcla de gracia y admiración cuando en las líneas de uno de los famosos discursos, plasmado luego en texto, de este personaje leemos la siguiente frase:
No sabes en absoluto quién eres, y ¿Preguntas sobre el amor?
Los invitamos a reflexionar un poco sobre este tema a tiempo de dejarles con otra parte del riquísimo texto, sugiriendo como siempre que sean ustedes quienes saquen sus propias conclusiones:
La vida es una interdependencia. Nadie es independiente, ni por un momento puedes existir solo. Necesitas que toda la existencia te apoye a cada momento, en cada inspiración y espiración. No es una relación, la vida es una total interdependencia. Recuerda, no estoy diciendo que sea dependencia, porque la idea de dependencia sugiere que eres independiente. Si somos independientes entonces la dependencia es posible. Pero ambas son imposibles; la vida es una interdependencia.
¿Tu qué crees? ¿Son las olas independientes del océano, o dependen del océano? Ni lo uno ni lo otro es verdad. Ni son independientes ni dependientes. El océano no puede existir sin las olas y las olas no pueden existir sin el océano. Son totalmente uno, es una unidad. Y así es toda nuestra vida. Somos olas del océano cósmico de la consciencia.
Esto significa que el amor puede tener tres dimensiones. Una es la dependencia; que es lo que le pasa a la mayoría de la gente. El marido depende de la esposa, la esposa depende del marido; se explotan mutuamente, se dominan el uno al otro, se poseen el uno al otro, se reducen el uno al otro a una mercancía. En el noventa y nueve por ciento de los casos, eso es lo que está pasando en el mundo. Es por eso que el amor, que puede abrir puertas del paraíso, solo abre las puertas del infierno.
La segunda posibilidad es el amor entre dos personas independientes. Ocurre de vez en cuando, pero esto también trae miseria, porque conlleva un conflicto constante. No hay forma de cambiarlo; ambos son tan independientes que ninguno está dispuesto a comprometerse, a ajustarse al otro. Los poetas, artistas, pensadores, científicos, los que viven en cierta independencia, por lo menos en sus mentes, son gente con la que es imposible vivir; son gente excéntrica, es difícil vivir con ellos. Dan libertad al otro, pero su libertad se parece mas a la indiferencia que a la libertad, parece como si no se preocuparan, como si no les importara. Se dejan el uno al otro en sus propios espacios. La relación parece ser solo superficial; tienen miedo de profundizar el uno en el otro, porque están mas comprometidos con su libertad que con el amor, y no se quieren comprometer.
Y la tercera posibilidad es la interdependencia. Raramente ocurre, pero cuando ocurre una parte de paraíso desciende sobre la Tierra. Dos personas, ni independientes ni dependientes, sino en una tremenda sincronicidad, como si respiraran el uno por el otro, un alma en dos cuerpos; cuando esto ocurre, ha ocurrido el amor. Sólo a esto se le puede llamar amor. Las otras dos no son verdadero amor, no son mas que arreglos: sociales, psicológicos, biológicos, pero arreglos. La tercera es algo espiritual.
Hacia un cambio positivo staff.